jueves, noviembre 22, 2018

The Color Purple

Llevo retrasando semanas el escribir la reseña de The Color Purple porque no creo que nada de lo que escriba pueda hacerle justicia. Pero vamos, que básicamente lo que tengo que decir se puede resumir en: hay que leerlo.

Obra de Alice Walker, publicada en 1982, esta controvertida novela ganó, entre otros el premio Pulitzer a mejor obra de ficción. Estructurado a través de cartas que su protagonista escribe dirigiéndose a Dios, desde el principio se puede comprobar que Walker no se va a andar por las ramas y que va a ir por faena: en la mismísima primera página una Celie de catorce años relata cómo es violada por su padre.

Lo que más me fascina de leer estos clásicos atemporales (aunque me da un poco de apuro llamar clásico a un libro que es prácticamente tan viejo como yo) es que en muchos casos se las apañan para ser más modernos que mucha de la ficción que se publica hoy en día. Lo que hace Walker con The Color Purple, la forma en la que retrata temas como el racismo, el maltrato, el abuso, el sexismo, el colonialismo, la religión o la sexualidad es simplemente asombroso. Este libro no es solo increíblemente feminista, con unos personajes extraordinarios (Celie, Shug, Sofia, Nettie), sino que aborda la relación amorosa entre Celie y Shug de una forma tan absolutamente natural que quita el aliento.


No es una novela fácil de leer, especialmente en su idioma original. Celie no ha recibido una educación, así que transcribe las palabras tal cual las pronuncia. Y, además, la historia está ubicada en Georgia, por lo que tenemos que añadir la forma de hablar sureña. Cuesta un poco acostumbrarse, aunque por suerte más adelante en el libro, cuando llegan las cartas de Nettie, Walker te da un respiro. Además te hace odiar a casi todos los personajes masculinos, y con razón. 

Pero vale muchísimo la pena ver la evolución de Celie, de la niña asustada que no entiende lo que le está pasando, a la mujer independiente que ha decidido luchar por su propia felicidad. Gran, gran, gran lectura, de mis favoritos de este año.

Nota: 4'5/5

Te Dejé Ir

Reconozco que empecé a leer esta novela con bastante recelo porque no veía cómo un misterio que gira alrededor de un atropello con fuga podía dar para una historia de la de morderse las uñas. Pese a ello le di un voto de confianza porque Mackintosh fue policía durante muchos años así que pensé que podría darle un ángulo único a su obra.

Y bueno, realmente no.

La historia está contada a través de tres puntos de vista. Me gustó que cada uno tuviera un tiempo verbal distinto, supongo que para diferenciar cada voz más que otra cosa, y cómo se va desentrañando la trama a partir de la segunda parte, cuando se introduce el tercer punto de vista, está muy logrado. Hay que decir que los capítulos de ese personaje, pese a todo lo que cuentan, son realmente interesantes, porque ofrece una perspectiva distinta al tema que se cuece entre él y Jenna.

Ahora, la primera parte, que ocupa ciento cincuenta páginas, es muy, muy aburrida, y para cuando empieza lo bueno ya estaba exhausta. Todo avanza a cuentagotas y la historia de Ray (guau, un policía con problemas en casa porque le da prioridad al trabajo y que empieza a sentirse atraído por su joven y entusiasta compañera que le recuerda a cómo era él al principio, lo nunca visto) es un suplicio. Y de hecho no mejora en todo el libro; valoro el que su existencia tenga su razón de ser, porque sí, conecta con la trama principal, pero es que esos capítulos se me hacían interminables.

La novela ha sido muy laureada por sus imprevisibles giros de guion. Admito que excepto uno los demás no me los vi venir, y eso es algo que valoro mucho en un libro de misterio, aunque el último no me convenció demasiado. Además, todo el clímax en sí es bastante decepcionante, de hecho pensé que sería un poco cutre que Mackintosh tirara por ese cliché tan manido de este tipo de historias y cuando comprobé que sí que tira por ahí me desinflé bastante.

La prosa de Mackintosh tampoco es nada especial. No es buena con las metáforas y los símiles, de modo que su estilo es muy convencional, y tampoco logra transmitir demasiado en las escenas más viscerales. Además hay por ahí algún fallo de continuidad, nada grave pero que debería haber visto la persona que se encargó de la edición.

Te Dejé Ir es un thriller correcto sin más, que ofrece algunos giros un pelín más originales que el de todos estos libros de misterio populares de los últimos años y que sobre todo engancha cuando la trama se centra en el tema más espinoso. Ahora, le pierde su excesivamente lento ritmo y el caer en algunos clichés demasiado vistos. Pero como siempre digo, es su primera obra, seguro que las siguientes estarán todavía mejor.

Nota: 3/5