domingo, febrero 19, 2023

Watermelon

Leer a Marian Keyes es como volver a casa. Todo el mundo tiene a esos escritores o escritoras que te dan lo que buscas y que resultan reconfortantes precisamente por eso, y Marian Keyes es una de las mías. Reconozco que hacía años que no me sumergía en las páginas de una de sus novelas pero sí que hace tiempo que tenía la intención de empezar con sus trabajos desde el principio para ver cómo ha ido evolucionando su estilo y especialmente para leer en orden las historias de las hermanas Walsh.

Su primera novela, Watermelon, es de hecho el inicio de la saga de las hermanas con la historia de la hermana mayor, Claire, a la que su marido ha dejado por otra el mismo día que ha dado a luz a la hija de ambos. Destrozada, Claire vuelve a Irlanda a casa de sus padres, y allí conocerá a un chico unos años más joven que ella que tal vez le haga recuperar la ilusión por el amor.

Como decía al principio sé lo que me puedo esperar con una novela de Keyes, y con Watermelon no ha sido una excepción. La propia Claire le cuenta su historia al lector con el sentido del humor ácido que caracteriza a Keyes, que puede llegar a ser muy bruto en algunas ocasiones (además este libro es de los noventa, cuando en el género era muy, muy habitual que las protagonistas hicieran menciones continuas al peso; de hecho el título hace referencia a que Claire, tras el embarazo, se siente como una sandía). Aquí trata el tema de la ruptura de un matrimonio de forma repentina y cruel, porque hasta el momento Claire pensaba que todo marchaba perfectamente bien, y de las decisiones que ha de tomar Claire al respecto de su vida, ya no solo pensando en ella, sino en su bebé recién nacido. Esa es la parte más complicada de leer, porque James, su marido, se justifica de una manera absolutamente brutal y desmedida (lo que viene a ser una luz de gas de manual, vamos), y Claire ha de pensar en el bien de su hija pese a que su instinto le esté diciendo algo muy diferente.

Durante todo momento leemos los pensamientos de Claire que tiende a divagar bastante, sobre todo las primeras semanas cuando está aturdida por todo lo que ha pasado y no acaba de encajar su nueva situación. Es verdad que la muchacha se enrolla como una persiana lo que hace que de la sensación de que la trama apenas avanza pero yo me lo pasé bomba con ella, la verdad. También en esta novela conocemos a algunos miembros de su descacharrante familia como son sus padres y dos de sus hermanas, y las interacciones entre ellos son geniales. El libro de Anna, por cierto, es de mis favoritos de Keyes, así que me hizo mucha gracia verla aquí tan jovencita y despreocupada.

El romance con Adam tiene quizá un papel un poco secundario (me parece que él no aparece hasta pasadas las cien páginas) pero está bien llevado y el chico es muy majo, la verdad. Igual la resolución está un poco cogida con pinzas pero es correcta.

Se nota que es la primera novela de Keyes porque su estilo todavía no está tan pulido como lo estará más adelante pero eso no quita que, como fan de la autora, me lo haya pasado superbién con su lectura y esté deseando leer la historias del resto de hermanas.

Y también quiero decir que me ha encantado leer a Keyes en inglés porque he aprendido unas cuantas expresiones irlandesas que desconocía.

Nota: 3.5/5