Se trata de una recopilación de historias cortas de una de las maestras del género de intriga, Mary Higgins Clark, algunas de ellas protagonizadas por una de sus personajes habituales, Alvirah Meehan que tal cual Jessica Fletcher allá donde va se encuentra un crimen que ella misma se encarga de resolver.
Las historias están escritas en diferentes épocas, siendo las más antiguas a finales de los cincuenta y principios de los sesenta, se nota que son de las primeras porque en ambos casos las protagonistas son azafatas, la profesión que ejercía la autora antes de ganarse la vida con sus novelas.
Los relatos son los siguientes:
-Un Cadáver en el Armario (1990): Alvirah y su marido Willy vuelven de pasar unas vacaciones en Londres y se encuentran con el cadáver de una joven actriz de teatro dentro de su armario. La actriz trabajaba para Brian, el sobrino de Willy que se había quedado en su apartamento esos días, y lógicamente el chico se convierte en el principal sospechoso del asesinato. Alvirah, convencida de la inocencia de su sobrino, demostrará que él no fue quien le quitó la vida a la joven.
-Lotería de Navidad (1989): Ernie y Wilma llevan décadas jugando a la lotería con el mismo número, y por fin les ha tocado. ¡Dos millones de dólares! Ernie no puede esperar a que su mujer vuelva de visitar a su hermana para darle la noticia. El problema es que para celebrarlo Ernie se acaba emborrachando tanto que le cuenta a una conocida del barrio, Loretta, que tiene el boleto ganador debajo de la camisa, enganchado con un alfiler. Cuando acaba la noche apenas se puede mantener en pie, así que Loretta se ofrece a llevarle a casa... y al día siguiente, cuando Ernie despierta, se da cuenta de que el billete ha desaparecido. Está claro que se lo ha llevado Loretta, ¿pero cómo pueden demostrarlo? Wilma tiene la solución.
-Fontanería para Willy (1992): Después de que Alvirah y Willy salgan en un programa de televisión hablando sobre cómo ha sido su vida después de ganar la lotería y explicar que han ido administrando inteligentemente el dinero para no quedarse sin nada como les ha ocurrido a otros afortunados, Willy es secuestrado por un trío de criminales que acaba de salir de la cárcel y que ven en el secuestro una manera fácil de ganar dinero. Alvirah tiene unos días para retirar todo el dinero que tiene en el banco si quiere volver a ver a su marido con vida y tiene terminantemente prohibido el acudir a la policía, pero no piensa quedarse con los brazos cruzados cuando la vida de Willy está en juego.
-Voces en la Carbonera (1989): Mike se toma unos días de descanso y se lleva a su esposa Laurie con él a la cabaña de su difunta abuela. Laurie, una cantante con mucho talento, hace un tiempo que no es ella misma, puesto que por las noches sufre unas terribles pesadillas que la atormentan. Mike tiene la esperanza que unos días lejos de todo ayuden a su mujer, pero entonces Laurie empieza a recordar.
-Concurso de Belleza en el Palacio de Buckingham (1961): El anciano Sir Winston, con motivo de una entrevista por la nueva entrega de sus memorias, recuerda una noche memorable de 1961 en la que se celebró un concurso de belleza en el Palacio de Buckingham en el que participaron todas las primeras damas del mundo, entre ellas la reina Isabel o Jackie Kennedy.
-Vuelo con Escalas (1958): Jennifer es una azafata que recibe un encargo muy importante de su novio Dick, un periodista: ha de llevar una revista que contiene una lista de nombres de prisioneros desaparecidos de un avión en Corea a la redacción del periódico en cuanto su avión aterrice en Nueva York. Jen esconde la revista lo mejor que puede pero ésta desaparece. Jen deberá descubrir qué pasajero ha sido y recuperar la revista antes de que sea demasiado tarde.
-Polizón (1958): Carol, también una azafata, oculta a un polizón en su avión de regreso a Frankfurt. Se trata de un fugitivo buscado por el gobierno de Danubia, un chico de unos diecisiete años al que matarán si le encuentran. Carol ha de asegurarse de que el chico no es descubierto hasta que el avión aterrice, pero no lo tiene nada fácil cuando uno de los pasajeros es el mismísimo Comisario de Policía de Danubia.
-Muerte en Cape Cod (1989): Alvirah y Willy alquilan un chalet en Cape Cod y todo parece indicar que esta vez sí, sus vacaciones serán de lo más tranquilas. Excepto por el hecho de que su vecina, Cynthia, es una mujer que ha salido de la cárcel después de cumplir una condena de doce años por asesinar a su padrastro. Cynthia insiste en que es inocente y ha vuelto a Cape Cod para encontrar a una testigo que puede corroborar su coartada para aquella noche, y Alvirah decide echarle una mano.
Como se puede ver no todas las historias giran en torno a un asesinato a resolver, pero sí que todas tienen un componente de misterio e intriga. Como es habitual en esta autora casi todas las protagonistas son mujeres inteligentes que se ven obligadas a utilizar toda su astucia para salir de la situación comprometida en la que se han visto expuestas, y como también es frecuente, las historias incluyen un punto romántico ya que normalmente las protagonistas de Higgins Clark siempre acaban encontrando el amor.
Las historias varían en longitud, de entre veinte y treinta páginas cada una excepto la primera y la última que ocupan unas cuarenta. Son misterios cortos que se resuelven enseguida pero que te van dejando con ganas de más y con personajes que pese a no tener demasiado tiempo están bien definidos.
Cualquiera que haya leído un par de libros de Higgins Clark sabe que tiene un estilo muy definido por lo que este compendio de historias cortas ofrece lo que se le da tan bien a la autora pero en dosis más pequeñas, además de que está muy bien poder leer algunos relatos que no tengan que ver únicamente con asesinatos, por ejemplo el del boleto de lotería es muy divertido e incluso la autora se atreve con el terror en una de las historias.. Muy buena opción para cualquier fan de ella, mi edición venía de regalo con una revista femenina así que, sin duda, es una lectura que cunde.
Nota: 7
Las historias varían en longitud, de entre veinte y treinta páginas cada una excepto la primera y la última que ocupan unas cuarenta. Son misterios cortos que se resuelven enseguida pero que te van dejando con ganas de más y con personajes que pese a no tener demasiado tiempo están bien definidos.
Cualquiera que haya leído un par de libros de Higgins Clark sabe que tiene un estilo muy definido por lo que este compendio de historias cortas ofrece lo que se le da tan bien a la autora pero en dosis más pequeñas, además de que está muy bien poder leer algunos relatos que no tengan que ver únicamente con asesinatos, por ejemplo el del boleto de lotería es muy divertido e incluso la autora se atreve con el terror en una de las historias.. Muy buena opción para cualquier fan de ella, mi edición venía de regalo con una revista femenina así que, sin duda, es una lectura que cunde.
Nota: 7
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