viernes, julio 15, 2016

The Song of Achilles

"Name one hero who was happy. [...] You can't."
"I can't."
"I know. They never let you be famous and happy." He lifted an eyebrow. "I'll tell you a secret."
"Tell me." I loved when he was like this.
"I'm going to be the first." He took my palm and held it to his. "Swear it."
"Why me?"
"Because you're the reason. Swear it."
"I swear it," I said, lost in the high colour of his cheeks, the flame in his eyes.
"I swear it," he echoed.
We sat like that a moment, hands touching. He grinned.
"I feel like I could eat the world raw."
The Song of Achilles es la primera novela de Madeline Miller, formada en latin y griego antiguo. Trabajó en este libro durante diez años, mientras enseñaba latín, griego y Shakespeare en un instituto, además de trabajar en la Yale School of Drama adaptando textos clásicos a audiencias modernas. Su extraordinario debut, en el que Miller no solo te demuestra que sabe de lo que escribe sino que irradia todo su amor por los clásicos, le valió el Premio Orange a mejor obra de ficción en 2012.

Miller hace un retelling de La Ilíada de Homero, narrada desde el punto de vista de Patroclo, un príncipe que a los diez años es desterrado después de matar accidentalmente a otro chico y acaba en la corte del Rey Peleo, donde conoce a su hijo, Aquiles. Aquiles, hijo de un rey y de una diosa, la temible ninfa marina Thetis, es el mejor guerrero de su generación según cuentan las profecías. Él y Patroclo se hacen inseparables y a medida que pasan los años su amistad va floreciendo en algo más intenso y más profundo. Cuando Helena de Esparta es secuestrada por Paris, uno de los príncipes de Troya, llegará el momento en el que Aquiles tenga que cumplir la profecía y partir a la guerra. Patroclo, por supuesto, no tendrá más remedio que seguir a su amado hasta el final.

La novela nos cuenta la relación entre Patroclo y Aquiles desde que se conocen a los diez años hasta el final de la Guerra de Troya, cuando son hombres adultos. Miller, que se empapó de numerosos textos clásicos, encontró la suficiente evidencia como para interpretar la relación de estos dos hombres como romántica, y es precisamente la forma tan profunda en la que se aman lo que hace que esta novela sea tan maravillosa; las descripciones que hace Patroclo de Aquiles están tan cargadas de sentimiento que te quitan el aliento.

Miller se toma su tiempo en desarrollar a ambos personajes y su relación, como decía la historia empieza cuando ambos no tienen más que diez años, y los vemos crecer el uno junto al otro: esos primeros años en el reino de Aquiles, el maravilloso tiempo que pasan formándose junto al centauro Chiron en su cueva en las montañas, o la difícil temporada que viven en Scyros; una vez tras otra los dos amantes se separan el uno del otro por culpa de la madre de Aquiles, que no considera a Patroclus digno para su hijo, y una vez tras otra se vuelven a reunir porque ambos comparten prácticamente la misma alma.

Y entonces llega la Guerra de Troya y sabes que Aquiles no va a poder mantener su promesa de ser famoso y feliz porque así no funciona su mundo, porque Aquiles deberá escoger entre ambas cosas: si no pelea en Troya, será olvidado, su leyenda jamás será recordada de una generación a otra, ¿y qué hay peor para el hijo de una diosa que el olvido más absoluto? La sed de fama y de gloria, y especialmente su orgullo, serán lo que lleve a Aquiles a la perdición, para desesperación de Patroclo.

Toda la parte de la guerra es brutal, y más vista desde los ojos de Patroclo, que tiene que hacer grandes esfuerzos para no caer en la locura, para sobrevivir al horror que está viviendo, para aceptar que dentro de esa máquina de matar con su hermosa armadura dorada se encuentra el mismo Aquiles amable y generoso que él conoce y ama, de lo mucho que tiene que sacrificar para asegurarse de que el propio Aquiles también recuerde quién es, de sus intentos para retrasar ese momento inevitable, pero cuantos más años pasan, más difícil se hace. Y los capítulos finales... Aunque te conozcas de qué va la historia te destrozan igual. 

Miller hace un gran trabajo a la hora de adaptar la historia clásica a una narración algo más moderna, la novela tiene un ritmo muy ágil y el tipo de lenguaje, muy delicado, funciona a la perfección. Miller hace que te enamores de los personajes y de su increíble historia de amor, hace que lo sientas por ellos y llores con ellos porque es un libro realmente emotivo sin caer jamás en la sensiblería gratuita, al contrario, cuando te tiene que explicar todos los horrores que viven en la guerra, Miller lo hace sin andarse con rodeos (MALDITO Agamenón). 

Es una historia fantástica que mezcla a hombres corrientes con dioses y diosas y criaturas mitológicas como centauros y todo converge de una forma maravillosa. He de decir que otro de los mejores aspectos que tiene esta novela es la evolución del personaje de Thethis, la orgullosa y severa madre de Aquiles que durante todo el libro no hace más que meterse entre Aquiles y Patroclo, ganándose la antipatía del lector, y que después consigue que se te rompa el corazón por ella en las últimas páginas.
"Have you no more memories?"
I am made of memories.
"Speak, then." 
La Canción de Aquiles es un libro excepcional de principio a fin, recomendado a todos aquellos apasionados de la mitología griega que quieran ver otra narrativa de la épica de Homero, pero que disfrutará cualquiera que busque una buena historia y especialmente los que quieran descubrir o redescubrir uno de los romances más memorables de la historia de la literatura.

Nota: 9'5

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