No, no es una novela basada en aquella película de 1984 protagonizada por Patrick Swayze y que hace unos años tuvo un mediocre remake con Chris Hemsworth, sino el inicio de una saga distópica obra del debutante Pierce Brown que ha causado sensación entre los fans de este género literario que tanto parece dar de sí.
Amanecer Rojo nos sitúa en Marte. En un futuro, la humanidad se ha expandido por el universo y ahora los hombres y las mujeres están clasificados por colores en función de las tareas que han de realizar en la sociedad. El color más alto es el dorado, la perfección hecha humano, quienes gobiernan al resto de colores implacablemente.
El protagonista, Darrow, es un rojo. Su casta tiene la misión de trabajar sin descanso para terraformar Marte de forma que unas cuantas generaciones más adelante pueda ser habitable para el ser humano. Aunque una parte de él ansía ser algo más, se conforma con lo que tiene: su trabajo, su familia, su esposa Eo, y el saber que de algún modo está haciendo historia.
Pero, un día descubrirá que los dorados esconden muchos más secretos de lo que él pensaba, y de que quizá debería dejar atrás su conformidad y luchar para derrocar el actual sistema de poder y dar una vida digna a los suyos.
Es mejor no avanzar demasiado de la trama porque el autor va presentando varios giros y sorpresas a lo largo de todo el libro, pero se puede resumir en "Darrow es el elegido para liderar la revolución de los sometidos". Brown es un autor bastante joven y eso se nota en su estilo al escribir; aunque muchas veces intenta darle profundidad y gravedad a la trama, en general su estilo es juvenil y está lleno de clichés. Amanecer Rojo no deja de ser una mezcla de El Señor de las Moscas con Canción de Hielo y Fuego y toques del propio género distópico, que más o menos suele ser similar en estos títulos más populares. Tiene cosas únicas, eso sí, la manera en la que está organizado el universo por colores es interesante aunque no deja de ser un poco descorazonador que la raza perfecta sean los rubios de ojos azules. Un poco más de diversidad no hubiera estado mal.
El libro va de menos a más. Está dividido en cuatro partes y aunque empieza flojito, va remontando, hasta llegar a la última parte que es de lejos la más entretenida. El mayor defecto que tiene este libro para mí es su protagonista, que es bastante insufrible. Es un Gary Stu de manual (la versión masculina de lo que llamamos Mary Sue); el personaje absolutamente perfecto, superinteligente que idea unas estrategias de la leche y es capaz de dominar cualquier cosa que se proponga, pero que luego comete unas imbecilidades realmente absurdas (además creo que hay mucho self-insert del propio autor). Y, encima, es un adolescente. Lo malo de que te caiga mal Darrow es que todo el libro está escrito bajo su punto de vista, y además en presente, que personalmente es un estilo que a mí me gusta muy poco. Creo que la historia se hubiera beneficiado de tener múltiples povs, y más cuando el autor está claramente influenciado por Martin, porque aunque sí que hay secundarios que son interesantes, como todo se narra a través de los ojos de Darrow no terminan de brillar del todo. Diría que los que más lucen son Casio y sobre todo Sevro.
También creo que al autor le cuesta perfilar a los personajes femeninos. Hace el esfuerzo por poner chicas que sean importantes para la trama, y de hecho a mí Mustang me gusta mucho como personaje, pero no acaba de salirse de su rol de love interest lo cual es una pena, porque el romance es muy descafeinado. Eo está para cumplir una única función y el resto apenas sobresalen, espero que en los próximos libros esto mejore.
Otra cosa que eché en falta fue un poco más de sentimiento en el sentido de que sabes que Darrow se está haciendo amigo de gente que tarde o temprano va a tener que traicionar, gente a la que está mintiendo cada día, pero no llegué a ver ese afecto que siente el protagonista por sus amigos, ni siquiera por Mustang, y por eso cuando llega alguna muerte tampoco la sientes demasiado porque Darrow no te da mucho margen para encariñarte con casi nadie (o eso, o llegan demasiado pronto en la historia cuando no los conoces y te dan absolutamente igual).
Como decía, el libro te va ofreciendo varios giros argumentales y sorpresas, algunos de ellos no te los esperas y otros son muy evidentes. Es una lástima que el último giro del libro el autor te lo dejara ver tan fácilmente porque de habérselo trabajado más, podría haber terminado de una forma muy alta.
La novela es fácil de leer, al principio cuesta un poco con tanta información sobre cómo está organizado el mundo en el que se desarrolla pero en cuanto empieza el juego de conquista la cosa coge más vidilla y el último cuarto tiene muchísimo ritmo y te lo lees en un suspiro. Es probable que guste más a los fans de este tipo de género, yo reconozco que las distopías no me matan y por eso no leo demasiadas así que quizá por eso no me gustó tanto como hubiera querido pero está lo suficientemente entretenido como para seguir leyendo el resto de libros de la saga.
Amanecer Rojo es el principio de una trilogía a la que le siguen Hijo Dorado y Morning Star (que todavía no se ha publicado en español), y el autor ya ha anunciado que su nueva saga estará basada en el mismo universo, así que hay colores para rato.
Nota: 7
También creo que al autor le cuesta perfilar a los personajes femeninos. Hace el esfuerzo por poner chicas que sean importantes para la trama, y de hecho a mí Mustang me gusta mucho como personaje, pero no acaba de salirse de su rol de love interest lo cual es una pena, porque el romance es muy descafeinado. Eo está para cumplir una única función y el resto apenas sobresalen, espero que en los próximos libros esto mejore.
Otra cosa que eché en falta fue un poco más de sentimiento en el sentido de que sabes que Darrow se está haciendo amigo de gente que tarde o temprano va a tener que traicionar, gente a la que está mintiendo cada día, pero no llegué a ver ese afecto que siente el protagonista por sus amigos, ni siquiera por Mustang, y por eso cuando llega alguna muerte tampoco la sientes demasiado porque Darrow no te da mucho margen para encariñarte con casi nadie (o eso, o llegan demasiado pronto en la historia cuando no los conoces y te dan absolutamente igual).
Como decía, el libro te va ofreciendo varios giros argumentales y sorpresas, algunos de ellos no te los esperas y otros son muy evidentes. Es una lástima que el último giro del libro el autor te lo dejara ver tan fácilmente porque de habérselo trabajado más, podría haber terminado de una forma muy alta.
La novela es fácil de leer, al principio cuesta un poco con tanta información sobre cómo está organizado el mundo en el que se desarrolla pero en cuanto empieza el juego de conquista la cosa coge más vidilla y el último cuarto tiene muchísimo ritmo y te lo lees en un suspiro. Es probable que guste más a los fans de este tipo de género, yo reconozco que las distopías no me matan y por eso no leo demasiadas así que quizá por eso no me gustó tanto como hubiera querido pero está lo suficientemente entretenido como para seguir leyendo el resto de libros de la saga.
Amanecer Rojo es el principio de una trilogía a la que le siguen Hijo Dorado y Morning Star (que todavía no se ha publicado en español), y el autor ya ha anunciado que su nueva saga estará basada en el mismo universo, así que hay colores para rato.
Nota: 7
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